
Descripción del ejercicio:
Nos colocaremos tumbados supino (boca arriba) en la colchoneta (imagen 1). Los brazos extendidos a lo largo del cuerpo, con las palmas hacia abajo.
Llevaremos las piernas a table top (90º). Primero una pierna y después otra (imagen 2). Subiremos a flexión dorsal, hasta la base de los omóplatos, a la vez que levantamos los brazos de la colchoneta a unos 10 cm. Prestaremos atención a la distancia entre mentón-pecho (redordad distancia aproximada del tamaño de un puño), cuello sin tensión. Y activaremos el centro de energía, siendo conscientes en todo momento de la contracción del abdomen, y de la activación de nuestro suelo pélvico. Mantendremos bien apoyada la región lumbar en la colchoneta. Dirigimos la mirada a las rodillas.
Desarrollo del ejercicio:
Inspira por la nariz subiendo y bajando los brazos extendidos con un movimiento de bombeo vigoroso mientras cuentas hasta 5. No apoyes nunca los brazos en la colchoneta. Espira por la boca sin parar de mover los brazos también contando hasta 5.
Se considerara las 5 inspiraciones y las 5 espiraciones como una serie. Repite cada serie 10 veces para llegar al 100 repeticiones. Al terminar la serie, baja la cabeza, dobla las rodillas llevándolas hacia el pecho, y agárralas con los brazos para descansar.
Progresiones:
Principiante: rodillas a 90º (imagen 2)
Intermedio: rodillas a 45º (imagen 3)
Avanzado: piernas estiradas casi a ras del suelo (imagen 4). Las repeticiones pueden llegar hasta 200.
A medida que vayas fortaleciendo la región abdominal y lumbar podrás ir haciendo las diferentes progresiones del ejercicio. Si eres principiante, recuerda, empieza siempre con las rodillas a 90º, de lo contrario podrías hacerte daño en las lumbares. Si progresas hasta los 45º, vigila en todo momento tu zona lumbar, que no se combe, lo que lograrás manteniendo activo en todo momento tu centro de energía.
Modificaciones:

Por último, es muy importante mantener una estabilización del núcleo o centro de enrgía (formada por la zona abdominal, lumbar, glúteos y caderas) correcta en todo momento de ejercicio (figura 5).
Os animo a practicar este ejercicio, es bastante sencillo, pero altamente efectivo. Notaréis como se va fortaleciendo vuestra faja abdominal y veréis que el sacrificio tiene su recompensa. ¡A pilatear!
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